holaaaaaaaaa creo que he encomtrado el problema siiiiiii era porque yo usaba el Chrome y era él el que no me dejaba ni comentar ni publicar puuuuufffff bueno lo de comentar no sé si me dejará pero publicar si :D
Hola!!!!! obviamente esto  no es un capítulo :D
La maravillosa Rommi* nos has dado un premio O.o



No tengo tiempo de darselo ha nadie LO SIENTO!!

Quería darle las gracias a Rommi*, en serio gracias, y pediros que entréis en su blog, porque su historia es GENIAL, hace poco terminé de leérmela entera y he descubierto que me encanta, a demás son de las historias que me gustan a mi ;) pasaros http://smiles-dreams-loves.blogspot.com/ merece la pena de verdad :D y no es por hacer la pelota, ni por quedar bien, ni nada por el estilo de verdad. Os queremos!!!!!
Bsoooooos
-Ho-hola – contesté tímidamente.
-Hola preciosa – me saludó Pablo sonriente

Noté cómo la sangre subía hasta mis mejillas, hasta dejarme como un tomate… muy propio de mi. Noté como a mi hermana se le empezaba a ensanchar la sonrisa. Oh, oh

-¡Se ha puesto roja! Normal, como ha visto a su novio.

Silencio incómodo, muy incómodo. Vi cómo Pablo se había puesto colorado también, y cómo nuestros padres se miraban confusos. Pasaron unos segundos hasta que me atreví a contestar.

-No somos novios – contesté en voz baja.
-Si claro – replicó mi hermana alzando la voz.
-Clara, ya basta – le regañó mi madre. Por una vez en la vida se había puesto de mi parte.
-Bueno… ¿por qué no salimos a dar una vuelta y te presento a mis amigos? – me preguntó Pablo.

Pasar tiempo a solas con Pablo… interesante, me gusta la idea, pensé

-Claro – me apresuré a contestar - ¿nos vamos ya?
-Cuando tú quieras.

Me acerqué y él me cogió de la mano, otra vez me puse roja, intenté ocultarlo sin muchos resultados, ya mi hermana se estaba empezando a reir otra vez, pero le fulminé con la mirada y en seguida se calló. Salimos por la puerta con una sonrisa en nuestra cara.
Comenzamos a andar lentamente alargando el tiempo que teníamos para estar solos los dos. Se hizo un silencio entre los dos al principio era un poco incómodo pero en seguida se volvió agradable. Caminamos hasta una pequeña plaza, con una fuente en medio rodeada de bancos. Vimos niños correteando por la plaza, felices de que haya llegado el verano, jugando con sus amigos. 
Echo de menos ser pequeña, cuando te daba igual lo que la gente pensara de ti, solo te importaba jugar y hacer nuevos amigos, me encantaría volver a ser así, pero, obviamente, era imposible.
Nos acercamos a un grupo de tres de chicos y dos chicas que no paraban de reir. Un de los chicos miró hacia nuestra dirección, sonrió y nos señaló mientras avisaba a los demás de nuestra llegada. Supuse que ellos eran los amigos de Pablo… la verdad es que estaban bastante bien. 
Una de las chicas era morena, con piernas largas, nariz respingona, labios finos, un cuerpazo… preciosa. La otra chica era un poco más regordeta, con los ojos grandes, el pelo castaño, y una preciosa cara de niña. Y en cuanto a los chicos… uff… unos de ellos era pelirrojo, y un arsenal de pecas le decoraban su infantil cara, junto con una sonrisa deslumbrante, el otro chico es el que nos estaba señalando, rubio, con ojos verdes, según pude ver mientras nos acercábamos, con una sonrisa burlona en la cara, delgadito, sin muchos músculos, en cambio el moreno que estaba a su lado, si que tenia músculos, estaba de muy, muy, muy buen ver, seguro que Lucía se hubiera puesto a gritar como una loca y hablar con él sin parar, era guapisímo, ojos color café, sonrisa que te quita el aliento… pero obviamente no se podía comparar con la sonrisa de mi Pablo… ¿mi Pablo? ¿en serio Laura? ¡Deja tus paranoias a un lado!

-Bueno Lau, estos son mis amigos, presentaos chicos
-Yo soy Jose – dijo el chico pelirrojo
-Yo Sandra – se presentó la chica morena – y esta es Sofía – dijo señalando a la chica de su izquierda.
-Y ellos son Eduardo y Nick – terminó de presentar Pablo, señalando al chico rubio y moreno respectivamente.
-Yo soy Laura, pero me llaman Lau… encantada – dije tímidamente.
-¿Y qué tal parejita? – preguntó Eduardo todavía sonriendo
-¿Parejita? – preguntó Pablo confuso. Eduardo se limitó a señalar con la cabeza nuestras manos. No me había dado cuenta de que llevábamos todo el camino cogidos de la mano. 

Nos soltamos rápidamente.

-No somos pareja – contesté rápidamente
-Mejor – dijo Nick con una sonrisa en sus labios, yo me limité a bajar la cabeza tímidamente, era muy vergonzosa.

Todos empezaron a hablar animadamente sobre todo lo que iban a hacer en verano. Pasados unos minutos decidieron ir a la playa. Fuimos andando hasta allí mientras hablaba tranquilamente con Sofía, era una chica tímida pero en cuanto cogía confianza, se soltaba un poco más y llegaba a ser realmente agradable. Llegamos en seguida a la playa, preciosa por cierto, nos sentamos en la arena mientras charlábamos sobre nuestras vidas.
Giré la cabeza hacia Pablo, que no paraba de tontear y de sonreír a Sandra, un sentimiento empezó a surgir dentro de mi, ¿celos? No, no puede ser, teniendo en cuenta que le acabo de conocer, pero me están entrando unas ganas de arrancarle la cabeza a Sandra. Opté por ignorarles.

Estábamos hablando sobre qué hizo Eduardo para que le expulsaran del instituto, cuando mi madre me llamó al móvil, me disculpé y me alejé un poco del grupo para poder contestar.

-¿Si?
-Hija ¿dónde estás?
-En la playa, con los amigos de Pablo
-Ten mucho cuidado hija, y no hables con extraños
-Mamá, por favor que ya tengo 19 años, no 10
-Ya lo sé hija, pero tú ten cuidado y nos vuelvas tarde ¿vale? Recuerda que son vacaciones en familia
-Que si mamá…
-Adiós hija, te quiero
-Y yo a ti mamá – y colgué.

Me giré para volver con el grupo cuando me choqué contra algo.

- Lo siento… - reconocí esa voz… Nick.
- No te preocupes – dije sonriéndole – oye… ¿tú no eres de aquí verdad? – pregunté intentando sacar un tema de conversación.
- No – dijo medio riendo – soy americano, estoy aquí de vacaciones, vengo todos los años y la verdad es que me gusta, porque las españolas sois preciosas – dijo colocándome un mechón de pelo detrás de mi oreja.
-Se-será mejor que volvamos con los demás – dije muy nerviosa.
-Claro – me cogió de la mano y me llevó de nuevo hacia el grupo.

Noté cómo Pablo posaba la mirada en nuestras manos entrelazadas y se tensaba la mandíbula, se estaba empezando a poner nervioso, lo notaba. Llegamos al grupo, y parece que nadie notó nuestra presencia excepto Pablo, que no quitaba la mirada de nuestras manos.

-Nosotros nos vamos chicos – dijo Pablo de repente levantándose.
-¿Por qué? – preguntó Sofía un poco desilusionada.
-Es tarde y Lau tiene que irse a casa ¿verdad? – me preguntó Pablo repentinamente serio.
-No en realidad no
-Si claro que si, nos vamos – dijo cogiéndome del brazo.
-Pero déjanos despedirnos de ella ¿no tío? – dijo Eduardo levantándose de la arena

Todos comenzaron a despedirse de mi. Hasta que le llegó el momento a Nick. Pablo no se había despegado de mi en ningún momento.

-Adiós, preciosa – se despidió abrazándome – espero que nos volvamos a ver muy pronto

Me dio un beso en la mejilla, me guiñó un ojo, y se fue con el grupo. Pablo comenzó a tirar de mi brazo para que nos fuéramos a casa, cuando nos alejamos un poco del grupo, me soltó y empezamos a andar más despacio.

-¿Te han caído bien mis amigos? – preguntó sonriente.

¿Este tío es bipolar? Primero está nervioso y tenso y ahora está sonriente… no le entiendo

-Si bastante bien… oye tú y Sandra ¿tenéis algo? – pregunté tímida
-¿Qué? No, por supuesto que no, solo somos amigos
-¿Por qué te pusiste así cuándo estaba con Nick?
-¿Cómo me puse? – preguntó haciéndose el inocente.
-Te pusiste nervioso y muy tenso, querías sacarme de allí en seguida
-Es que Nick no es un buen tío… va de flor en flor
-¿De flor en flor?
-Si de tía en tía… hoy está con una y mañana con otra…

Un mujeriego... pues vaya...

-Oye... ¿estás celosa? - preguntó después de unos minutos en silencio
-¿Celosa yo, por qué?
-Vi cómo nos mirabas a Sandra y a mi, parecía que la querías matar – dijo riéndose.
-No estaba celosa – dije pegándole un pequeño puñetazo en el hombro.
-Ya, ya
-¿Y tú? ¡Tú si que estabas celoso!
-No estaba celoso – dijo poniéndose serio
-Ya claro
-Bueno… a lo mejor un poco – dijo en un susurro.
Traemos malas noticias.
Como habréis podido comprobar no hemos subido nada en un tiempo, y es porque estamos con los exámenes de recuperación de septiembre, que está difícil la cosa :S y después de los exámenes tampoco sé si podremos escribir, con lo cuál, no os prometo nada, pero creo que empezaremos a escribir cuando empecemos las clases, así se hacen menos aburridas :D
Sentimos muchísimo no habéroslo  dicho antes, espero que nos perdonéis :(
Suerte a las que también tengan estos horribles exámenes :)
Desearnos suerte que nos hacer muuucha falta xD
Bsooos enooooooormes
Me quedé alli bastante rato, hasta que el espectáculo acabó. Pablo agradeció al público el haber asistido, y bajó del escenario, yo no me podía mover. Empecé a escuchar pasos, hasta que vi a un hombre que no paraba de hablar y a un chico... a él.
Pasaron de largo, pero Pablo se giró y nuestras miradas se cruzaron, me quedé completamente paralizada sin saber que hacer o decir.

-Vete yendo, ahora te alcanzo - le dijo el chico al hombre mayor
-No tardes - le contestó yéndose a paso apresurado.

Se acercó a mi, y se sentó a mi lado, apoyando su espalda el la pared. Me miró con sus preciosos ojos hechizantes.


-Eres Laura ¿verdad? - preguntó con una sonrisa - la de la familia escandalosa

Me quedé callada mirándole, no podías apartar los ojos de él, estoy segura de que estaba más roja que un tomate.

-¿Te encuentras bien? - preguntó preocupado
-S-si - pude contestar por fin.
-Te pones muy guapa cuando te sonrojas
-Gra-gra-gracias
-¿Has visto el espectáculo?
-Si
-¿Te ha gustado?
-Si
-¿Me vas contestar solo con monosílabos?
-Si... digo no, no, es que estoy un poco nerviosa
-¿Nerviosa? ¿Te pongo nerviosa? - me preguntó burlón, con una sonrisa enorme y preciosa en su cara.
-¿Qué? No, no es solo que... creo que debería irme... si sería lo mejor.
-Si, yo también debería irme.

Se levantó y me ayudó a hacer lo mismo, nos quedamos mirándonos los dos a los ojos, se fue acercando poco a poco a mi cara, faltaban unos milímetros para rozar mis labios... cuando creía que me iba a besar, cerré los ojos y esperé, pero en vez de darme el mejor beso de mi vida, torció la cabeza hacia la derecha y me dio un beso en la mejilla.

-Ya nos veremos Laura - me susurró en el oido

Y se fue triunfante... genial ahora sabe que quiero besarle, que me pone nerviosa y que me gusta mucho... menuda mierda. Subí otra vez a la habitación , y me tumbé en la cama, un rato después entró la enana de mi hermana, gritando y saltando.

-¿A que no sabes qué? - preguntó con voz chillona
-¿El qué? - dije con voz cansada, sin apartar la vista del techo
-He visto a tu novio
-¿Mi novio? - dije incorporándome rápidamente
-Si, el chico con el intentabas ligar esta mañana.
-Ese no es mi novio
-Pues es muy guapo...
-Vete a dormir
-Pero...
-¡Ha dormir! - le grité mientras le tiraba un cojín a la cara
-Vale, vale...

Cerré los ojos, y oí los sigilosos pasos de mi hermana hasta llegar a la cama, y como se tumbaba.
No dormí en toda la noche, ¿por qué? porque no paraba de pensar en esos ojos hipnotizantes, si Lucia estuviera aqui, probablemente me diría que saliera con él, que consiguiera una cita... pero yo no era ese tipo de chicas, como ella, esas chicas que les da igual confesar su amor por un chico y pedirle salir, yo no era así.
Al final, conseguí dormir, pero a las nueve de la mañana, mi hermana empezó a saltar encima de mi cama gritando y tocándome las narices.

-¿¡Qué haces!?
-Mamá me ha dicho que bajemos a desayunar, y que te despertase - dijo dejando de saltar y con una sonrisa de niña buena.
-¿Y no había otra manera de despertarme? - le pegunté levantándome para ir al baño.
-Si pero no era tan divertida

Entré en el baño, ignorando la respuesta de mi hermana, me quité la ropa y me metí en la ducha. El agua templada me relajaba. Estaba medio dormida, cuando alguien comenzó a golpear la puerta.

-¿¡Qué!?
-¡Mamá quiere que bajemos ya! - gritó mi hermanita para que pudiera oirla
-Joder - dije fastidiada, estaba de lo más a gusto
-Le voy a decir a mamá que has dicho una palabrota - dijo, para luego irse corriendo mientras se reía con una sonrisa malévola.

Salí de la ducha con una toalla envuelta en mi cuerpo, me vestí , y bajé arrastrando los pies.

-Buenos días - bostecé
-Cielo, compórtate tenemos invitados

¿Invitados? Miré a mi alrededor hasta encontrarme con su preciosa sonrisa.
Ya te he contado como le conocí, ahora te voy a contar como volví a encontrarme con él


Cogimos todas las maletas que había en el coche, que no eran pocas, y nos dirigimos hacia ¿el lado contrario en el que estaba el hotel?

 -Esto… papá, el hotel está por allí -dije señalándolo con una de las maletas

-¿Creías que ese era nuestro hotel? , no cariño es ese de ahí arriba

-No lo dirás enserio ¿no?

-Claro que si, vamos

Subí la mirada, en una pequeña colina había varias casas blancas desgastadas por el tiempo y el sol, había un edificio principal más amarillento que los demás, tenia unos balcones de los que colgaban flores de colores que daban un toque más acogedor al lugar, para llegar hasta allí había un pequeño camino arenoso con un piedras a los lados para separar el camino, en la entrada principal, junto a la reja, había un cartel con el nombre del hotel

-Aparta-Hotel Cala- susurre

-¿Te vas a quedar ahí todo el día?- grito mi padre sacándome de mis pensamientos

-Pero ¿Por qué no subimos en coche? –le pregunte

-Porque tu padre es muy listo no a calculado bien la gasolina- me respondió mamá mirando con reproche a papá

-Un pequeño lapsus cariño, un pequeño lapsus – le respondió – además así estiramos un poco las piernas

-¡Pero tú has visto lo que tenemos que subir! ¡Y encima con las maletas!

- No será para tanto, ¡andando!- dijo mientras se dirigía hacia la cuesta

A regañadientes le seguimos, mi hermana subía casi corriendo, ya que solo tenía una pequeña maleta rosa. Tardamos poco en subir toda la cuesta  y la verdad tampoco me había cansado mucho pero aun así exagere todo lo que pude en cuanto llegamos a la recepción, me senté en un banco que había al lado de la puerta como si estuviera herida de muerte y intente que mi padre me viera alfil y al cabo estaba haciendo una gran actuación, cuando mi padre me vio puso los ojos en blanco y se dirigió hacia una mesa que funcionaba como mostrador , toco el timbre que había sobre la mesa y se oyó una voz de mujer que provenía de la sala que había detrás de la mesa.

-¡Un momentito!- grito la mujer, mientras se oían pasos acelerados acercándose

De la puerta salio una mujer regordeta, con el pelo moreno, rizado y un poco alborotado, a primera vista parecía una persona bonachona.
-Buenos días – dijo mientras le daba la mano a mi padre

-Buenos días, teníamos alquilado un pequeño duplex

- Si, si aquí esta hoy entraban Manuel Gómez Rincón y Irene Sora Morales con otro adulto y un niño, esa ultima debes ser tu- le dijo la mujer risueña a Clara.

-¡Yo no soy una niña! ¡Ya tengo seis años y medio!-le grito ofendida

-Madre del amor hermoso, como he podido pensar tal cosa, ¿me perdonas?- le dijo mientras le daba una pirueta.

-Bueno…-le respondió mi hermana, no muy convencida mientras estiraba el brazo para coger el caramelo.

-Bueno pues todo está bien, si es tan amable de firmar aquí- le dijo a mi padre- ya esta, acompáñenme que les llevo a su nueva morada.

Cogimos todas nuestras cosas y la seguimos, era un lugar muy acogedor, era como una pequeña ciudad con calles muy iluminadas y con fachadas pintadas de blanco. La mujer se paro en una verja que daba a un pequeño patio.

-Bueno este es vuestro duplex, aquí os dejo la llave, si necesitáis más me lo decís y os doy otra, para la jovencita- dijo guiñándome un ojo- cuando hace menos calor estos pasillos están llenos de criaturillas están jugando y correteando de aquí para ya- dijo mientras miraba a mi hermana.

-Muchas Gracias- dijo mi madre

-De nada si necesitan algo, suelo estar en recepción, que pasen unas buenas vacaciones, por cierto me llamo Rosa- y dicho esto se giro y se fue por donde habíamos venido. 

Mi padre cogió la llave y la metió en la cerradura, al abrir la puerta se pudo ver un pequeño recibidor, a su derecha había unas escaleras de madera que debían conducir a las habitaciones, a la izquierda se encontraba la puerta que daba a la cocina y al frente había un pequeño salón con el típico sofá, la típica mesa y la típica televisión encima del pequeño mueble, pero aun así era un lugar acogedor.

-Las habitaciones deben estar arriba –dijo mi madre mientras dejaba las maletas en una esquina y se sentaba en el sofá.

Me dirigí hacia las escaleras con la maleta a cuestas, el piso de arriba tenía dos habitaciones y un baño. Me dirigí a la habitación que tenía dos camas y me tumbe en la más grande, mirando al techo y pensando en mis cosas pero la chillona voz de mi hermana me saco bruscamente de mis pensamientos.

-¡No vale! Te has cogido la más grande-grito enfadada

-No es culpa mía, haber llegado antes- le dije burlona mientras le sacaba la lengua- además soy la mayor
Ofendida dejo sus cosas en la habitación y salio corriendo escaleras abajo, seguramente buscando la ayuda de mi madre.
Saque el Mp3 y me puse un poco de música mientras me relajaba del largo viaje, no se por que pero no podía desconectar mi mente, había algo en lo que no dejaba de pensar, bueno más bien alguien, me dije a mi misma que solo era el pavo que tenia mucha tontería a causa de la edad e intente dejar de pensar en él, sin muchos resultados. Sabia que solo había pasado media hora más o menos pero no podía sacarme su imagen de la mente.

El resto del día fue tranquilo, estuvimos colocando la ropa y las demás cosas en el baño y en los armarios y por la tarde decidimos ir a la playa a refrescarnos y bañarnos un poco. Pese a ser agosto el agua estaba helada y me costo meterme en el mar, pero al salir estaba mucho más refrescada, me tumbe en la toalla para tomar un poco el sol echándome antes medio bote de crema solar, mi piel era blanquísima y contrastaba con mi pelo pelirrojo, a veces pensaba que era adoptad por que mi madre y mi hermana tenían el pelo castaño y la piel bastante morena.
Cuando el sol se empezó a esconder en el horizonte recogimos y volvimos al apartamento-hotel y nos encontramos con Rosa que estaba en la recepción.

-¿Qué tal el primer día de playa? – pregunto mientras colgaba un papel en un corcho

-Tranquilo y relajante – respondió mi madre

-Me alegro

-¿Qué es eso?- pregunto Clara mientras señalaba el cartel que acababa de colgar Rosa

-Es que hoy va a cantar mi hijo aquí en el jardín, habéis tenido suerte no suele hacerlo muy a menudo, pero canta de maravilla, si no fuera tan vago…- respondió Rosa

-A lo mejor pasamos a ver que tal- dijo mi padre

-Ya verán como no se arrepiente

Mis padres se fueron con mi hermana a ver el espectáculo, pero yo preferí quedarme la casa para hablar con Lucia y preguntarle que tal lo estaba pasando en su pueblo.

-¿Si?

-Hola Luci, ¿Qué tal por allí?

-Por aquí ¡genial esta mañana hemos ido a la piscina con Sergio y los de su peña de las fiestas, a sido genial y…!- dijo bajando poco a poco la voz- ¡pero bueno! No a sido para tanto luego nos han echado y no a pasado nada interesante, ¿Qué tal por allí?- pregunto cambiando de tema

-Si no fuera por la playa y por…-me calle antes de hablar de él- va a sido un poco rollo

-Y por… ¿Qué te estas callando guapa?- me pregunto Lucia, podía imaginarme a la perfección la cara que estaba poniendo
-Nada, Y entonces bien por ahí ¿no?- dije intentando  cambiar de tema

-No me cambies de tema Laura Gómez, ¿Qué pasado? o ¿Quién?

-No ha pasado nada…un chico que se a tropezado con migo

-¡¿Y estaba bueno!? – grito

- Siempre estas pensando en lo mismo, eres incorregible

-Eso es un si

-Era mono…

-¡ESO ES UN SI!

-¡Si! ¡Es un si!

-Puf que envidia

-No se por que te emocionas… si no a pasado nada…

-Pero puede pasar…

-No creo, no sabes la de gente que hay por aquí

-Yo estaría buscando todo el día y me “tropezaría” con el otra vez

-¡Fue sin querer!

-Ya, ya… pillina, no te lo crees ni tu

-Eres imposible, sabes que, te voy a dejar

-¡Pero no me dejes así! Dime como es, ¿Cuántos años tiene?, ¿no será gay? Todos los tíos buenos son gays, quien los pillara –dijo mientras se reía

-Estás loca, adiós

-Bueno… ¡pero sigue informando!

-Si… pero primero tomate tus pastillas, que te hacen falta

-Vale, chaooo

-Chao- dije mientras colgaba

Salí a la terraza que había en mi habitación, en la cara me daba el aire de la noche veraniega, mezclado con el olor a sal del mar, cerré los ojos y entonces me di cuenta de  que alguien estaba cantando, era una voz calmada pero a la vez potente, tímida pero a la vez segura. No pude evitarlo cogí la rebeca, salí de la casa y me dirigí hacia el jardín donde procedía esa música, cada paso que daba era un pinchazo de curiosidad por saber quien era la persona que cantaba esa dulce melodía, llegué a la verja, donde me encontraba yo era un lugar en penumbra pero podía ver perfectamente a la persona que cantaba, su cuerpo, sus facciones y los reflejos de su pelo con las luces del escenario. Me escondí detrás del muro sin saber muy bien el porque, me deslice hasta el suelo, cerré los ojos y empecé a escuchar la suave voz de Pablo.



Esta historia que os voy a contar, es la historia de un verano, de mi verano, el verano más feliz de mi vida por una única razón, por él.

Fue en agosto lo recuerdo claramente, hacia un calor terrible, podía ver como del asfalto salía ese vapor característico cuando había altas temperaturas y  eso me daba una sensación de mas calor aunque estaba dentro del coche y con el aire acondicionado y la verdad ,el que mi madre cantara canciones infantiles con mi hermana no ayudaba mucho.

-Papá ¿falta mucho? –pregunte cansada, mientras apoyaba la barbilla en el respaldo del conductor, lo único que quería  era salir de aquel coche lo antes posible.

-No, solo quedan diez kilómetros- me respondió sin apartar la mirada de la carretera

-Eso es mucho… -dije cerrando los ojos y echándome hacia tras

-No es tanto, mira ya se ve el mar – dijo señalando con el dedo

-¿Dónde? –gritó mi hermana

-A la derecha Clara – respondió mi madre

-¡Alaaa! ¡Que grande! – grito mientras se empotraba al cristal del coche

-Sí, precioso - dije mientras miraba al lado contrario

-No empieces…- dijo mi madre

-¿Qué no empiece qué? –dije sin moverme ni un centímetro

-El que no te hayamos dejado ir con Lucía a su pueblo note da derecho a enfadarte, son nuestras vacaciones familiares y tenías que venir.

-Pero ya tengo casi dieciocho años, puedo ir donde me plazca.- le respondí mirándola con furia a los ojos.

-Ya hablamos de esto, y te vas a quedar aquí con nosotros, no hay más de que hablar –dijo mi madre dando por zanjado el tema.

Intente sostenerle la mirada pero no pude, así que enfadada, me giré bruscamente para poder mirar por la ventana, y no hable en el resto del camino.

Cuando por fin llegamos, bajamos del coche, mis padres empezaron a descargar el equipaje pero yo me quedé embobada viendo el enorme edificio que tenia frente a mi, estaba ambientado en un estilo árabe, a pesar de su aspecto gigantesco se me antojaba acogedor .Los balcones se extendían por todas las plantas, a distintas altura y con distintas formas y tamaños.
Oí a mi padre llamarme para que les ayudara así que salí de mis pensamientos rápidamente y salí corriendo para ir a ayudarles, pero nada más salir corriendo me di de bruces con alguien, haciendo que los dos nos cayéramos estrepitosamente al suelo.
Cuando me di cuenta ya estaba en el suelo, intente mirar hacia delante para empezar a insultar a quien me había hecho caer de bruces contra el suelo, no pude decir nada, todo a mi alrededor me daba vueltas, intentaba tranquilizarme para ver si se me pasaba el mareo y creo que me dio resultado.

-¡Qué bruta!- le oí decir a mi “atacante” mientras se rascaba la cabeza dolorido, estaba a punto de decirle un par de cosas bien dichas, pero no se porque, no pude.

-Lo siento- respondí de repente y para mi sorpresa empecé a recoger las hojas que se le habían caído, mientras las recogía me di cuenta de que o eran unas simples hojas, si no que eran unas partituras, con demasiadas notas y acordes que superaban mis conocimientos de música.

-No pasa nada – respondió mientras también recogía algunas hojas desperdigadas por el suelo

Nuestras manos se movían rápidamente recogiendo las partituras, yo lo hacia entre otras cosas para que esta bochornosa escena acabara y él lo hacia seguramente para poder alejarse lo más rápido posible de mi. Solo quedaba un hoja, una hoja para poder irme y poder acabar con esto, extendí el brazo para poder cogerla pero entonces pasó, él también extendió su brazo y nuestras manos se tocaron, sentí una pequeña descarga eléctrica, no se si me lo estaba inventando, puede que solo fueran imaginaciones mías, pero lo que si se es que en ese momento lo sentí con mucha fuerza, demasiado real para que pudiera ser mentira. Fue como si dos engranaje de distintas fabricas hubieran sido hechos con un mismo fin, como si hubieran sido hechos para encajar el uno con el otro como un puzzle perfectote dos piezas irremplazables, entonces subí la mirada lentamente hasta poder encontrarme con sus ojos, y en ellos pude ver que el había sentido lo mismo.
Sus ojos eran dos cristales de agua donde había un gran mar azul…un mar en el que era fácil perderse, en el que era fácil no querer salir y querer perderte en su profundidad.

-Ya… ya lo cojo yo, tranquila – me respondió aquel desconocido

-Perdona…- dije apartando la mirada, consciente de que me había puesto colorada
En cuanto recogió la ultima hoja se levantó, yo estaba dispuesta ha hacer lo mismo pero en ese momento levanté la mirada y le vi frente a mi, con su mano extendida, ofreciéndome ayuda.

-Gracias…- dije bajando la mirada y extendiendo mi mano, entonces noté como delicadamente iba ascendiendo hasta quedarme de pie, junto a él – siento…bueno, ya sabes.

-Tranquila a sido culpa mía soy muy patoso –dijo revolviéndose el pelo con la mano que tenia libre mientras sonreía, a los rayos del sol su cabello reflejaba pequeños destellos de luz casi hipnóticos

-¡Laura! ¡Deja de hacer el tonto y ven a ayudar!- grito mi padre desde el coche, mientras yo me tapaba la cara con la mano intentando esconder mi vergüenza.

-¡Ya voy!

-¡Hermanita! ¡Deja ya de ligar que…!-inmediatamente me gire para hacerla callar, pero mi madre se me adelanto y le tapo la boca mientras me saludaba y le di las gracias por ello.

-Creo que te llaman – dijo el chico sonriente

-Ya…tengo una familia muy escandalosa- le respondí con una risa nerviosa.

-Ya se ve, ya –respondió intentando contener la risa

-Esto… creo que debería irme, a ayudar- dije señalando en dirección al  coche

-Claro, no te haré perder más tiempo- dijo mientras se ajustaba al hombro una funda de guitarra de la que siquiera me había percatado

-Siento todo lo que ha pasado…

-Pablo – respondió

-Pablo…-susurre- bueno me voy, esto…adiós

-Adiós –me dijo mientras yo me giraba y me dirigía hacia el coche, no lo podía ver pero sabia que me estaba mirando sentía su mirada en mi nuca y eso me ponía nerviosa.

Cuando llegué al coche Clara me estaba esperando con cara de indignación y con muchas preguntas.

-¿Quién era ese? – me pregunto mi hermana interesada de repente

-¿Qué quien era? – dije girándome para ver si seguía allí, pero no estaba, solo había un ajetreó de gente yendo de acá para allá cargados de maletas, todas esas personas eran desconocidas, como lo había sido él hasta hace un momento- ese era Pablo




Bueno ... este va a ser nuestro segundo blog es decir... ¡nuestra segunda historia!
Muchas gracias a tod@s los que nos han seguido con nuestra primera historia y quieren seguir con nosotras en la segunda ^^ y paras los recién llegados esperamos que os guste esta historia ,intentaremos aprender de los errores xD

En este nuevo blog vamos a subir capítulos si... pero no todas las semanas como os tenemos acostumbrados en el otro xD Bueno¡!¡ paro ya de hablar que me pongo y no paro ;) aquí os dejo un pequeño resumen de la historia un trailer y una fotico.

Esperamos que os guste ^^

Foto




Resumen

Laura es una joven estudiante de bachillerato, trabajadora, soñadora y porque no, un poco alocada y Pablo es un joven músico de 19 años que vive en un pueblo playero.
Sus destinos se juntaran en una fiesta, será un verano inolvidable que nunca se volverá a repetir , pero no solo no se repetirá por la vuelta a las clases , si no por una promesa. Una promesa que sufrirán en silencio, una promesa que querrán romper...Pero el desino aun le guarda una sorpresa.

Trailer