Hola!!!!! obviamente esto  no es un capítulo :D
La maravillosa Rommi* nos has dado un premio O.o



No tengo tiempo de darselo ha nadie LO SIENTO!!

Quería darle las gracias a Rommi*, en serio gracias, y pediros que entréis en su blog, porque su historia es GENIAL, hace poco terminé de leérmela entera y he descubierto que me encanta, a demás son de las historias que me gustan a mi ;) pasaros http://smiles-dreams-loves.blogspot.com/ merece la pena de verdad :D y no es por hacer la pelota, ni por quedar bien, ni nada por el estilo de verdad. Os queremos!!!!!
Bsoooooos
-Ho-hola – contesté tímidamente.
-Hola preciosa – me saludó Pablo sonriente

Noté cómo la sangre subía hasta mis mejillas, hasta dejarme como un tomate… muy propio de mi. Noté como a mi hermana se le empezaba a ensanchar la sonrisa. Oh, oh

-¡Se ha puesto roja! Normal, como ha visto a su novio.

Silencio incómodo, muy incómodo. Vi cómo Pablo se había puesto colorado también, y cómo nuestros padres se miraban confusos. Pasaron unos segundos hasta que me atreví a contestar.

-No somos novios – contesté en voz baja.
-Si claro – replicó mi hermana alzando la voz.
-Clara, ya basta – le regañó mi madre. Por una vez en la vida se había puesto de mi parte.
-Bueno… ¿por qué no salimos a dar una vuelta y te presento a mis amigos? – me preguntó Pablo.

Pasar tiempo a solas con Pablo… interesante, me gusta la idea, pensé

-Claro – me apresuré a contestar - ¿nos vamos ya?
-Cuando tú quieras.

Me acerqué y él me cogió de la mano, otra vez me puse roja, intenté ocultarlo sin muchos resultados, ya mi hermana se estaba empezando a reir otra vez, pero le fulminé con la mirada y en seguida se calló. Salimos por la puerta con una sonrisa en nuestra cara.
Comenzamos a andar lentamente alargando el tiempo que teníamos para estar solos los dos. Se hizo un silencio entre los dos al principio era un poco incómodo pero en seguida se volvió agradable. Caminamos hasta una pequeña plaza, con una fuente en medio rodeada de bancos. Vimos niños correteando por la plaza, felices de que haya llegado el verano, jugando con sus amigos. 
Echo de menos ser pequeña, cuando te daba igual lo que la gente pensara de ti, solo te importaba jugar y hacer nuevos amigos, me encantaría volver a ser así, pero, obviamente, era imposible.
Nos acercamos a un grupo de tres de chicos y dos chicas que no paraban de reir. Un de los chicos miró hacia nuestra dirección, sonrió y nos señaló mientras avisaba a los demás de nuestra llegada. Supuse que ellos eran los amigos de Pablo… la verdad es que estaban bastante bien. 
Una de las chicas era morena, con piernas largas, nariz respingona, labios finos, un cuerpazo… preciosa. La otra chica era un poco más regordeta, con los ojos grandes, el pelo castaño, y una preciosa cara de niña. Y en cuanto a los chicos… uff… unos de ellos era pelirrojo, y un arsenal de pecas le decoraban su infantil cara, junto con una sonrisa deslumbrante, el otro chico es el que nos estaba señalando, rubio, con ojos verdes, según pude ver mientras nos acercábamos, con una sonrisa burlona en la cara, delgadito, sin muchos músculos, en cambio el moreno que estaba a su lado, si que tenia músculos, estaba de muy, muy, muy buen ver, seguro que Lucía se hubiera puesto a gritar como una loca y hablar con él sin parar, era guapisímo, ojos color café, sonrisa que te quita el aliento… pero obviamente no se podía comparar con la sonrisa de mi Pablo… ¿mi Pablo? ¿en serio Laura? ¡Deja tus paranoias a un lado!

-Bueno Lau, estos son mis amigos, presentaos chicos
-Yo soy Jose – dijo el chico pelirrojo
-Yo Sandra – se presentó la chica morena – y esta es Sofía – dijo señalando a la chica de su izquierda.
-Y ellos son Eduardo y Nick – terminó de presentar Pablo, señalando al chico rubio y moreno respectivamente.
-Yo soy Laura, pero me llaman Lau… encantada – dije tímidamente.
-¿Y qué tal parejita? – preguntó Eduardo todavía sonriendo
-¿Parejita? – preguntó Pablo confuso. Eduardo se limitó a señalar con la cabeza nuestras manos. No me había dado cuenta de que llevábamos todo el camino cogidos de la mano. 

Nos soltamos rápidamente.

-No somos pareja – contesté rápidamente
-Mejor – dijo Nick con una sonrisa en sus labios, yo me limité a bajar la cabeza tímidamente, era muy vergonzosa.

Todos empezaron a hablar animadamente sobre todo lo que iban a hacer en verano. Pasados unos minutos decidieron ir a la playa. Fuimos andando hasta allí mientras hablaba tranquilamente con Sofía, era una chica tímida pero en cuanto cogía confianza, se soltaba un poco más y llegaba a ser realmente agradable. Llegamos en seguida a la playa, preciosa por cierto, nos sentamos en la arena mientras charlábamos sobre nuestras vidas.
Giré la cabeza hacia Pablo, que no paraba de tontear y de sonreír a Sandra, un sentimiento empezó a surgir dentro de mi, ¿celos? No, no puede ser, teniendo en cuenta que le acabo de conocer, pero me están entrando unas ganas de arrancarle la cabeza a Sandra. Opté por ignorarles.

Estábamos hablando sobre qué hizo Eduardo para que le expulsaran del instituto, cuando mi madre me llamó al móvil, me disculpé y me alejé un poco del grupo para poder contestar.

-¿Si?
-Hija ¿dónde estás?
-En la playa, con los amigos de Pablo
-Ten mucho cuidado hija, y no hables con extraños
-Mamá, por favor que ya tengo 19 años, no 10
-Ya lo sé hija, pero tú ten cuidado y nos vuelvas tarde ¿vale? Recuerda que son vacaciones en familia
-Que si mamá…
-Adiós hija, te quiero
-Y yo a ti mamá – y colgué.

Me giré para volver con el grupo cuando me choqué contra algo.

- Lo siento… - reconocí esa voz… Nick.
- No te preocupes – dije sonriéndole – oye… ¿tú no eres de aquí verdad? – pregunté intentando sacar un tema de conversación.
- No – dijo medio riendo – soy americano, estoy aquí de vacaciones, vengo todos los años y la verdad es que me gusta, porque las españolas sois preciosas – dijo colocándome un mechón de pelo detrás de mi oreja.
-Se-será mejor que volvamos con los demás – dije muy nerviosa.
-Claro – me cogió de la mano y me llevó de nuevo hacia el grupo.

Noté cómo Pablo posaba la mirada en nuestras manos entrelazadas y se tensaba la mandíbula, se estaba empezando a poner nervioso, lo notaba. Llegamos al grupo, y parece que nadie notó nuestra presencia excepto Pablo, que no quitaba la mirada de nuestras manos.

-Nosotros nos vamos chicos – dijo Pablo de repente levantándose.
-¿Por qué? – preguntó Sofía un poco desilusionada.
-Es tarde y Lau tiene que irse a casa ¿verdad? – me preguntó Pablo repentinamente serio.
-No en realidad no
-Si claro que si, nos vamos – dijo cogiéndome del brazo.
-Pero déjanos despedirnos de ella ¿no tío? – dijo Eduardo levantándose de la arena

Todos comenzaron a despedirse de mi. Hasta que le llegó el momento a Nick. Pablo no se había despegado de mi en ningún momento.

-Adiós, preciosa – se despidió abrazándome – espero que nos volvamos a ver muy pronto

Me dio un beso en la mejilla, me guiñó un ojo, y se fue con el grupo. Pablo comenzó a tirar de mi brazo para que nos fuéramos a casa, cuando nos alejamos un poco del grupo, me soltó y empezamos a andar más despacio.

-¿Te han caído bien mis amigos? – preguntó sonriente.

¿Este tío es bipolar? Primero está nervioso y tenso y ahora está sonriente… no le entiendo

-Si bastante bien… oye tú y Sandra ¿tenéis algo? – pregunté tímida
-¿Qué? No, por supuesto que no, solo somos amigos
-¿Por qué te pusiste así cuándo estaba con Nick?
-¿Cómo me puse? – preguntó haciéndose el inocente.
-Te pusiste nervioso y muy tenso, querías sacarme de allí en seguida
-Es que Nick no es un buen tío… va de flor en flor
-¿De flor en flor?
-Si de tía en tía… hoy está con una y mañana con otra…

Un mujeriego... pues vaya...

-Oye... ¿estás celosa? - preguntó después de unos minutos en silencio
-¿Celosa yo, por qué?
-Vi cómo nos mirabas a Sandra y a mi, parecía que la querías matar – dijo riéndose.
-No estaba celosa – dije pegándole un pequeño puñetazo en el hombro.
-Ya, ya
-¿Y tú? ¡Tú si que estabas celoso!
-No estaba celoso – dijo poniéndose serio
-Ya claro
-Bueno… a lo mejor un poco – dijo en un susurro.